Dr. e Ing. JUAN LUNA CARDENAS

 

 

L A  M  U S I C A  A Z T E K A T L        I


WAK NUMEN KOSMICO DEL SONIDO LLAMADO

TAMBIEN TETZIZTEKATL ENTRE LOS AZTIN

 

EDITORA UEYI TL. I. AZTEKATL

APDO. POSTAL M-8433 

MEXICO D. F.



L  A    M  U  S  I  C  A    A  B  O  R  I  G  E  N

 

Por Juan Luna Cárdenas

 

   Si alguien hiciera la ingenua pregunta: Los aborígenes tuvieron música?, podríamos contestarles que los aborígenes de Ixaçilan (América), como todos los hombres de la tierra, con mayor o menor adelanto, tuvieron siempre, la capacidad estética para atesorar en una transformación maravillosa, todas las manifestaciones rítmicas del Mundo o de la Naturaleza, en algo que es tan propio del hombre como el Lenguaje mismo. Pues la música no ha sido sino otra de las inteligentes formas del lenguaje con que el hombre entiende y expresa sus grandes expresiones espirituales, ante la expresión misma de la Naturaleza.

   El hombre, cuenta la leyenda Aztekatl, “sintió el valor agradable del canto de las aves y en especial la del Zentzontlahtolli (zenzontle), del murmullo que la brisa produce en las hojas de los árboles en la montaña y del suave y sedoso aleteo del Uitzitzilin; y entonces comenzó a producir y a cantar los mismos y sonidos que el percibió”. “Y la Naturaleza toda se engalana y con una procesión de aves y hombres cantando en espera al Sol cuando es su hora de salir, y durante el ocaso, con gran acompañamiento de flautas y caracoles se le despide a través del océano azul por su gran puente de conchas de tortugas”.

   Quiere decir esta hermosa leyenda que el Aztekatl amó y entendió la Naturaleza y de ella encontró el ritmo y el canto. El entendió perfectamente su mundo exterior.

   La música, como todas las formas de expresión, está, sin embargo, sujeta a determinados requisitos que le impone el propio espíritu racial del pueblo que la elabora, no todas las músicas son iguales ni pueden ser “entendibles” idénticamente por hombres de distintas razas, cada uno pondrá “un algo propio y distinto” en su interpretación estética; de la misma manera que no todas las palabras son exactamente equivalentes de un idioma a otro, sino que son “valores ideológicos aproximados” que difieren en algo esencial y aún en la forma misma. Cosa semejante pues, ocurre en la interpretación musical; debiendo además considerar, que si ella ha sido nacida de las impresiones tanto externas como internas del Mundo material y espiritual, en suma del “Paisaje” que rodea a determinados grupos humanos, deberá llevar en sí, esa diferencia de “paisajes” de una manera tan abstracta como se quiera; pero la llevará siempre.

   La música, como todas las manifestaciones del Arte, está también sujeta a un factor importante: el tiempo. No solamente puede variar de un pueblo a otro, sino que en un mismo pueblo, sufre cambios tan profundos dentro de su desarrollo temporal, que seguramente los primeros artistas de una nación, se admirarían si al despertar después de muchos siglos oyeran la elaboración musical de sus propios descendientes.

   Es pues la música, una creación estética en función del tiempo.

   Y si nosotros emprendemos el estudio de la música aborigen, vemos que es, indudablemente, en este sector del Arte, donde la crítica no ha encontrado casi, un punto preciso de apoyo durante mucho tiempo para poder formular conclusiones serias sobre lo estético o inestético de la elaboración indiana; ya que fue imposible conservar precisa o aproximada la representación de la melodía de nuestros antepasados, por aquellas gentes que aún teniendo buena voluntad y conocimientos musicales, no fueron capaces de entender el sistema de notación que los grandes maestros de la música aborigen, habían utilizado hasta la fecha del desastre de nuestras antiguas culturas.

   Por tanto para poder tener siquiera, una idea-panorama de lo que en otros tiempos fuera la música de estas tierras, es necesario despojarse de la idea musical “ a lo occidental” y colocarse ante los restos de aquella música, sin la influencia de la estética contemporánea; pero precisa no llegar tampoco con sentimientos aestéticos, ya que en ese caso, seriamos incapaces de estimarla en su justo valor artístico y tendríamos expresiones tan desajustadas, como los de aquellas gentes que por muchos años han negado que los hombres de América hubieran tenido música alguna vez, afirmación que como se verá más adelante, solo fue nacida en la cuna de la carencia de sentimientos estéticos musicales.

   En primer lugar, debemos afirmar nuestra idea, de que la música lleva como ninguna de las Bellas Artes, la impresión rotunda de su Mundo y de su Tiempo, que la música expresa el paisaje (material y espiritual) del mundo en que se vive, por eso, nos parece bien el pensamiento tan bellamente expuesto por el gran filósofo alemán Schopenhauer cuando dice: “la música expresa lo que hay de metafísico en el mundo la cosa en si de cada fenómeno”. Y no hay para que hacer notar la gran diferencia del mundo en que vivieron nuestros antepasados, no solamente en relación al nuestro actual, sino aún con respecto a los “mundos culturales” que les fueron coetáneos y formados en distintas regiones geográficas de las que ellos habitaron; así el mundo forjado sobre el Altiplano de Anahuak, donde el ambiente geográfico es de gran sensación de altura, donde se encuentra la admirable inspiración de los ocotes, o la vista se pasea sobre una vegetación espinosa y doliente, donde uno ve las llanuras semi-desérticas o sufre el encuentro brutal en choque espiritual de los gigantescos contrafuertes de las nevadas cumbres; no puede ser igual a una interpretación estética de un panorama ondulante y rápido como el de la región mixteco zapoteco, ni tener demasiadas concordancias con el panorama horizontal y tupido de curva vegetal de las selvas tropicales, donde floreció la cultura Itza.

   Diferentes fueron sus concepciones, pero realizadas dentro de una misma técnica y aún quizá con los mismos cánones estéticos.

   Tal vez a algunas personas les interese saber que la obra musical aborigen fue de una fecundidad tan grandiosa como jamás se ha imaginado alguien.

   Para estos pueblos nobles y de intelectualidad tan elevada, la música fue una cosa tan necesaria que intervino en todos los aspectos de su vida social y privada. Fueron grandes amantes de la música, tal vez como no lo fueron otros pueblos de la tierra.

   Ellos lograron en el desarrollo de sus sentimientos estéticos una plenitud tal, que les permitió armonizar la música y la escultura, así como la música y la arquitectura y la música y el lenguaje y la música y la pintura, en una serie de formas de alarde ejecutorio, que ahora son un galardón para sus descendientes.

   La música será pues fundamentalmente diferente desde estos puntos de vista; pero diferencia no quiere decir falta de valor distinto, tanto o más alto que el que se estima primeramente

   Por otra parte, debemos distinguir como cosa importante en la elaboración musical, que mientras en el mundo Asiático-europeo, desde las columnas de Hércules hasta el país de los Daimios, el instrumento músico fundamental y más antiguo, es el instrumento de cuerda, en Ixaçilan (América) los son los instrumentos de viento y el de cuerda tenía una aplicación restringida, como ocurre con el “violín patagón” de dos cuerdas o  el ”violín de caza” que usaban los cazadores Aztekah para hostilizar al tigre. No pudiendo pues atribuirse a los de aquí el desconocimiento de tales valiosos instrumentos; pero tampoco deducir que no supieron aprovechar todos los maravillosos recursos musicales de que se pueden disponer con los instrumentos de cuerda, su uso limitado debe buscarse en otras causas muy especiales que con el tiempo y mayores investigaciones será manifiesta.

   Estamos de acuerdo en que las posibilidades de un instrumento de cuerda y uno de viento son esencialmente diferentes, y tendrán o contribuirán a formar diferentes desarrollos estéticos.

   Si se quiere ver algo del gran alcance que deriva de este diferente material usado, comenzaríamos por hacer ver que, precisamente los géneros musicales son derivados del uso de ciertos instrumentos en su primera etapa.

   Toda esta serie de consideraciones previas nos lleva indudablemente a dar al lector una idea de que antes de penetrar en el campo del estudio musical propiamente dicho, es necesario estructurar un estudio sistemático de cada uno de los factores determinantes de este conocimiento y mediante un plan adecuado de exposición de la materia, tal cosa nos proponemos al clasificar primeramente las formas musicales.




XOÇIPILLI.- Príncipe de las Flores. A quie atribuían la inspiración de la Poesía y el canto.

CAPITULO SEGUNDO

 

 

   Los Aztin llamaron a la Música Tzilintli y sus historiadores dividieron su desarrollo, en tres épocas diferentes, que poco más o menos, reciben las denominaciones siguientes: época antigua, época media y época reciente.

   Cada una de estas épocas está definida claramente por los instrumentos que se usaron y por los estilos y formas musicales elaboradas. Ambas cosas será necesario estudiarlas conjuntamente, en esta presentación histórica de esta Bella Arte.

 EPOCA ANTIGUA.- Según todos los indicios o certezas dados por la tradición Azteka, el hombre comenzó por hacer Música Imitativa, siendo esta Onomatopéyica , cuando quiso reproducir ante todo el Sonido Cósmico generador de los mundos, cuando la Materia Primitiva lanzó el WAK o UAK (según: Vak o Uak) y que significa la VOZ DEL KOSMOS, el hablar del Infinito, representado por el instrumento TEKTZIZTLI, así nació la Ideografía llamada TETZIZTEKATL personaje al que los nescientes, confunden con Ketzalkoatl.

   La RONCA VOZ del Caracol, fue la primera vibración kósmica y fue así como surgió también el primer instrumento musical entre los Aztin.

   Para poder entender esta explicación es necesario conocer sobre los problemas científicos de los Aztin, llegar a penetrar en las ideas Kosmogónicas, que no son las que, en libros y de boca en boca repitiendo mentiras y barbaridades que nunca estuvieron en la mente de nosotros los Aztin.

   La explicación se encuentra en nuestros libros, es en donde se explica la formación del universo, el cual, en su momento de DESPERTAR lanzó el RONCO TRUENO DE LOS SIGLOS. EL SONIDO DE LA MATERIAEN EXPLOSION, y con esa VOZ WAK (algunas tribus nuestras pronuncian –vak- y otras UAK) se expreso INFINITA PALABRA DEL UNIVERSO.

   Fue entonces cuando ellos, nuestros antiguos compararon el Tono del Caracol, con la RONCA EMISION KOSMICA (Que en ocasiones se reproduce en menos escala, cuando las nubes rugen en el firmamento).

   Así nació la teoría musical, reproduciendo con el toque de caracol el sonido de TONO más bajo.

   Sin decir que los Aztin antiguos conocían la actual notación musical, el pentagrama; pero si reproduciendo o conduciendo los antiguos conocimientos o procesos actuales, a fin de que sean entendidos digo que la NOTA RONCA DE CARACOL, se identifica así:

 

 


 

   Es decir, que en la clave de Fa en cuarta línea es el más bajo de todos los sonidos, representado en la Segunda línea adicional inferior del pentagrama.

   Es decir, que en clave de Fa en cuarta línea es el más bajo de todos los sonidos, representando en la Segunda línea adicional inferior del pentagrama.

   Y, cuando un instrumento reproduzca una nota distinta de DO, utilizando la misma notación de Clave Fa, se tendrá una gama de sonidos roncos o bajos, demasiado rica.

   Aún sin cambiar la posición de la Clave línea del pentagrama para dar Clave de Fa en tercera línea, pues se entiende que las posibilidades de sonidos son muchas.

 


 

   Los caracoles marinos son aprovechados en su concha para soplar características sonoridades; son precursores de la moderna familia de los Allientos. En el territorio de los antiguos pobladores mexicanos se les empleo con frecuencia para fines de comunicación.

   Las voces producidas por las trompetas que fueron construidas por los artistas Azteka, también tienen voces roncas, que eran utilizadas para muchas actividades sociales tal como se puede apreciar en la Pintura de la época ÇIKOMOZTOK, aquí reproducida, en conocimiento del pueblo, sus cálculos de ahora (VEASE EL RELOJ SOLAR, a la izquierda y la tabla de cálculos en segundo nivel; mientras a la derecha del Mizto, figura de tabla de cálculos realizados). Tiene con ambas manos la TROMPETA indicadora.

 


 

 


 

 


 


 

Trompeteros Aztekah ensayando bajo la dirección de un maestro

 

   Las investigaciones arqueológicas sirven para comprobar dicha tradición, pues los instrumentos más antiguos conocidos son por ejemplo ; Caracoles, trompetas, silbatos que, desde luego tienden a reproducir sonidos determinados, como el canto del jilguero, o del Zentzontli,  el canto del Tekolotl, el aullido del terrible Mayaken, y dos cosas sorprenden más al investigador: la primera es la afinación correcta que el instrumentero, es decir, el fabricante de dichos instrumentos; logró de manera tan sorprendente para imitar el sonido pedido; y la segunda, es la manifestación de su plenitud artística al imprimir en formas escultóricas a los instrumentos,  que estuvieron acordes con emisiones musicales.

   De estos instrumentos se encuentran en todos los rumbos del continente americano a donde estuvieron establecidas tribus Aztin, desde Alazka hasta Patagonia. Siendo más abundantes en las regiones de México, Valle de México, proceden de la Edad Teçançin como en Kopilko, La Quemada, Nayarit, Koliman, Yukatlan (época Olmeka anterior a la invasión Maya), Teotihuakan, hasta Centro América, Nikarahua, y sigue el camino a la zona Azteka de los Andes.

 


 

   Quiso el hombre representar o reproducir el canto de las aves, los rugidos de la fiera, el murmullo de los follajes de las plantas más aromosas nacidos de las brisas o el cristales de las aguas de arroyos y cascadas, y así comenzó a producir la Música Descriptiva en sus primeras narraciones musicales.

   Para ello, el Azteka fue creador de nuevos instrumentos de viento, ya no solo de la categoría percutoria, ahora entra una nueva línea de instrumentos, los de viento.

   Los más sencillos; pero admirables por los sonidos que pueden producir, son los de pequeño tamaño, llamados Tzitziliztli y que quiere decir Silbatear o Silbato.

   Estos silbatos pueden reproducir desde el canto del Tekolotl hasta el trino de una hermosa ave. Construidos de muchas formas, coyotes, pajaritos, gatos, etc. dieron un giro novedoso a la Música Azteka.

 


 

Silbato para llenarse con agua

Municipio de Valles, S. L. P.

 

 

 

   Si los Amerígenas, desde la más remota antigüedad, se habían dotado de instrumento musical y con ello elaboraron tres tipos o formas musicales, como son, La Música Imitativa y la Descriptiva, La Música de Guerra, y las formas de trabajo y Danza, es que para ellos la creación musical representó un papel muy importante en las principales actividades de su existencia.

   Y ciertamente, la Música TZILINTLI, fue para mis antepasados Aztin, algo tan especial, algo tan necesario que a su espíritu de artistas que llenó todas las formas de su existencia, no solamente en lo esencial del individuo, sino en lo social y colectivo.

   Debe pensarse, que cúmulo de ideas y lucubraciones embargaron durante mucho tiempo el pensamiento de aquella gente, a fin de lograr los principios de sus teorías musicales.

   Cuando hablo de teorías musicales, no es difícil que alguien piense: Pero se puede hablar de una teoría musical ya, en la edad de esos Amerígenas?

   Y es un SI, muy preciso, la única contestación que se puede dar. Para confirmarla, es suficiente ver que, el Silbato, presenta un proceso de evolución tan completo como pocos instrumentos y únicamente por un cuidadoso  estudio se podría ir siguiendo a su camino evolutivo y las modificaciones sucesivas que tuvo.

   Un silbato consta de una embocadura por la cual se sopla, un pequeño orificio por el cual sale el aire después de circular en parte por la pequeña cámara sonora;  la abertura u orificio de salida,  está muy próxima a la embocadura, el instrumento puede ser de varias formas,  cuadrilátero de esquinas redondeadas,  de forma elipsoidal, circular, o en forma de animales.  Pero no queda ahí, ya que sufrió modificaciones importantes agregándole un orificio más, en otra parte de su cuerpo, y tapando o destapando , uno u otro de esos orificios, se producen DOS SONIDOS de intervalos determinados; naturalmente el intervalo en estos sonidos o en otros diferentes,  no es el mismo en todas las piezas, pues unas dan intervalos entre dos notas y otros dan intervalos entre otras diferentes notas, pudiendo así formas conjuntos musicales, y se ha encontrado que pueden dar desde una segunda mayor, hasta una cuarta justa.

   Si durante este tiempo, la Música, no hubiera sido objeto de primeros estudios, verdaderamente no hubieran surgido estas modificaciones, ni esas variaciones notables;  es por tanto justo decir que, ya durante esas épocas el Azteka se adentraba en los importantes estudios de la teoría musical.