DESINTEGRADOR ATOMICO AZTEKATL

Por el Dr. e Ing. JUAN LUNA CARDENAS


 HECHOS INCREIBLES Y PREGUNTAS INCONTESTABLES

   Todo mundo, culto por supuesto, sabe que uno de los juegos más sorprendentes de la Nación Aztekatl lo fue y lo0 ha sido el patlan kuahtli –el Palo Volador-; viendo la figura, se observa que a medida que va bajando el Volador, su velocidad circular o angular es mayor, y que entre más se acelera mayor es su radio de amplitud.

 

   El juego del Volador es un juego científico por su mecánica, ya que hay que tener en cuenta la aceleración cada vez mayor y mayor amplitud hasta abajo del radio de la partícula voladora (en este caso hombre).

   Por su contenido esotérico es también científico, pues está dedicado al centro de la Energía que es el Sol. De la observación mecánica de este juego se desprende el conocimiento de que cuando una partícula gira a mayor velocidad en un CAMPO ESPIRAL, mayor ha de ser el radio de amplitud de su órbita.

   Deseo fijar ahora la atención de mis lectores en un monumento de arte, de sentido estético admirable y de un contenido espiritual subyugante; pero a la vez e su simbología esotérica infinitamente grande, es esta serpiente enroscada que presento en el grabado.

 

   Quisiera llevar al lector por un camino amable y regalar su espíritu en la observación sensible con el cuidado con que el escultor “bordo en piedra dura” tanta hermosura. ¿Con qué herramientas tejió la expresión de su quimérico intelecto? Creo que esta es la primera pregunta que no podrá contestar mi lector.

   Ahora deseo trasladarme a la época presente para informar al lector de un hecho técnico-científico notable de esta época.

   La industria constructora de barcos necesita de unas flechas de acero especial que hacen girar las hélices de los buques y que por el esfuerzo desarrollado se sobrecalienta y en su parte interior los cristales del metal sufren desperfectos.

   Los técnicos alemanes aplicaron a pequeñas embarcaciones (de flechas no muy largas) un sistema de refrigeración admirable, consistente en hacer un canal circular central en el cilindro de la flecha. Cuando esto se hizo para flechas de un metro o de dos metros, la cosa fue difícil, si, pero se pudo resolver con el ingenio de los alemanes.

   Pero la industria constructora americana les planteó este problema: ¿Cómo hacer una flecha de ese tipo de más de 15 metros de longitud? Los técnicos norteamericanos no habían podido resolver el problema y creyeron de verdad, que tampoco los alemanes lo solucionarían.

   El resultado fue un grito estruendoso de la técnica alemana, un alarde de ciencia y precisión, pues presentaron en sus exposiciones industriales internacionales, FLECHAS DE 21 METROS DE LONGITUD con el canal central ¡calibrado a micras!...

   Los que conocen de industria y técnica quedaron sorprendidos. Casi mudos, sin poder hacer comentarios, solo una INTERROGACION… ¿Cómo se realizó ese milagro?

   Con herramientas complicadísimas, de lo más fino y preciso que se pueda imaginar la mente. Téngase en cuenta que se trata de un canal en línea recta.

   Vuelvo a esa pieza artística Aztekatl admirable sobre lo admirable.

   En su parte superior posee un orificio y, al poner una canica, se oye su recorrido por el interior de la espiral y sale por abajo.

   La piedra posee un canal interior espiral perfecto que la recorre en todo su desarrollo.

   Tengo que hacer preguntas al lector:

1.- ¿Cómo la técnica Aztekatl pudo hacer tal alarde de precisión en un material tan duro?

2.- ¿Qué herramientas usó para construir con seguridad ese canal espiral dentro de la masa rocosa?

3.- ¿Hicieron ese canal para poner canicas y7 divertirse, o tenía otros usos.

   Pienso que las dos primeras preguntas no me serán contestadas y, la tercera, voy a contestarla yo.

   Obsérvese que la espiral tiene su radio de giro más pequeño arriba, y abajo posee un radio de giro más amplio. Esto quiere decir que la canica que se pone en el canal espiral inicia su recorrido con una velocidad angular reducida y la cual crece enormemente en las espiras que siguen hasta tomar velocidades muy grandes.

   Visto este aparato en corte transversal y en planta de la figura siguiente: 

   El nombre vulgar Aztekatl es el de KOAMALAKAÇOLAN que significa “la serpiente que imprime movimiento giratorio”. Pero su nombre científico que fue reservado por los sabios, era el de ILHUIKAYO MOZIHUILONI.

   ¿Qué hacía con este aparato maravilloso un pueblo de sabios y artistas? Su nombre científico lo dice claramente; estaba dedicado al estudio de la Energía Kósmica acelerando las partículas de los rayos kósmicos en su interior para producir cambios en la materia, cambios que fueron utilizados para fines científicos y de paz.

   ¡Seguramente algunos lectores se darán cuenta que se trata de un desintegrador atómico!

   ¿Pero es posible?, dirán algunos con duda, otros pensarán que es exageración. Para ellos dejo la siguiente pregunta:

   Si usted duda de lo que afirmo, ¿qué explicación científica podría dar usted de su uso y construcción?

   Y mientras dejo esa pregunta flotando, en la mente del que se crea capaz de contestarla, paso a otro asunto importante.

   El principio de esta serpiente maravillosa, es el mismo en que se funda el aparato construido siglos después por el sabio norteamericano Ernest Lawrence, del Instituto Tecnológico de California, por lo0 cual obtuvo el premio Nobel de Física Nuclear, y al que dio el nombre de ciclotrón.

   En el ciclotrón de Lawrence, las partículas no son aceleradas en forma rectilínea por presión eléctrica como en el caso del aparato de Van de Graaff, sino lanzadas en forma espiral, para lo cual se ayuda de un electro-imán que produce un campo magnético perpendicularmente. A cada vuelta en la espiral la velocidad del proyectil se acelera y finalmente el proyectil es lanzado a enorme velocidad sobre el blanco.

   La órbita es espiral y no circular porque precisamente la velocidad es cada vez mayor y es mayor su fuerza centrifuga.

   El ciclotrón tiene la ventaja de que no es necesario el gran voltaje del método eléctrico alemán de bombardeo.

   Si el transformador eléctrico da un empuje de 10 000 volts en cada vuelta, la partícula se acelera 10 000 volts en cada vuelta y en 10 vueltas será de 100 000 volts, en 1000 vueltas será  de 10 000 000 de volts.

   Los actuales ciclotrones tiene un campo acelerador de 100 000 volts, lo que da velocidades potentes para las partículas proyectiles.

Esquema del ciclotrón de Lawrence.


   NOTA.- Esta información se tomó de la obra “LA TEORÍA Y LA ENERGÍA ATOMICA”, Del Dr. e Ing. Juan Luna Cárdenas editado por la S. E. P. (Secretario de educación Pública) en el año de 1963